Un astrofísico ha hecho los cálculos: podemos llegar a un agujero negro con un billón de euros y una nave del tamaño de un clip

Un astrofísico ha hecho los cálculos: podemos llegar a un agujero negro con un billón de euros y una nave del tamaño de un clip

Las ideas más audaces son las que a menudo impulsan los mayores saltos en el conocimiento humano. Y audaz es la mejor manera de describir este estudio respaldado por Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China. El objetivo: viajar hasta los secretos más oscuros del universo.

En corto. Un astrofísico de la Universidad de Fudan, en Shanghái, ha diseñado un plan para enviar una micronave del tamaño y peso de un clip hacia el agujero negro más cercano a la Tierra. ¿El método de propulsión? Un potentísimo sistema de láseres disparados desde nuestro planeta.

Liderada por Cosimo Bambi, la exótica propuesta pretende poner a prueba los límites de la teoría de la relatividad de Einstein en uno de los entornos más extremos del cosmos. Aunque la tecnología para llevarla a cabo aún no está desarrollada, los avances en nanotecnología, propulsión láser y detección de agujeros negros podrían hacerla realidad en las próximas décadas.

Un agujero negro por descubrir. La misión de llegar a un agujero negro tiene dos enormes desafíos. El primero es encontrar un objetivo viable. El agujero negro más cercano que conocemos, GAIA-BH1, se encuentra a 1.560 años luz.

Sin embargo, nuestros modelos cosmológicos nos dicen que podría existir un agujero negro mucho más próximo, a «tan solo» 20 o 25 años luz de nosotros. «Hay nuevas técnicas para descubrir agujeros negros», dice Bambi en un comunicado. «Creo que es razonable esperar que podamos encontrar uno cercano en la próxima década».

Una odisea de un siglo: Una vez localizado el objetivo, el segundo reto será llegar hasta allí. Las naves espaciales actuales, de propulsión química, son demasiado lentas. La solución que propone Bambi son nanonaves a escala de unos pocos gramos que solo contengan un microchip y una vela solar de 10 metros cuadrados.

Un conjunto de láseres de alta potencia desde la Tierra podría apuntar hacia la vela, acelerando la nave hasta un tercio de la velocidad de la luz. Incluso a ese ritmo, el viaje hasta un agujero negro a 20 años luz duraría unos 70 años. Los datos que recopilara tardarían otras dos décadas en volver a la Tierra, lo que sitúa la duración total de la misión en torno a 80 o 100 años.

Muchas razones para intentarlo. Si la misión tiene éxito, los experimentos que estas sondas pueden realizar cerca del agujero negro responderían a algunas de las preguntas sin resolver más profundas de la física moderna. ¿Existe realmente un horizonte de sucesos? Se podría probar si la frontera de no retorno de un agujero negro se comporta como predicen las teorías, observando la señal de la sonda mientras cae hacia él.

¿Es válida la relatividad general de Einstein? La órbita de la nanonave se usaría para detectar cualquier desviación mínima de las predicciones de Kerr, que describe el espaciotiempo alrededor de un agujero negro en rotación. ¿Cambian las constantes fundamentales? La misión podría comprobar si constantes como la de estructura fina varían en un campo gravitatorio tan intenso.

No sería barato. El plan es tremendamente especulativo. Solo el sistema de láseres costaría alrededor de un billón de euros. «Puede sonar realmente loco y, en cierto sentido, más cercano a la ciencia ficción», admite Cosimo Bambi. Sin embargo, hitos como la detección de ondas gravitacionales o la fotografía de la sombra de un agujero negro también parecieron imposibles en su día.

Imagen | Event Horizon Telescope

En Xataka | Hemos dedicado seis años a procesar imágenes de un agujero negro para llegar a una conclusión: Einstein tenía razón


La noticia

Un astrofísico ha hecho los cálculos: podemos llegar a un agujero negro con un billón de euros y una nave del tamaño de un clip

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Matías S. Zavia

.